En nuestro libro de texto (página 215, Tema 11. Las políticas económicas: La política fiscal.), podemos leer: "Con la política exterior y la monetaria en manos de la UE, la política fisacal se ha convertido en el principal instrumento de los países miembros para intervenir en eus propias economías." Estimado alumno, lee la siguiente noticia y realiza las siguientes actividades:
Primero: Realiza un resumen del siguiente contenido: ¿En qué consiste la Política fiscal? Segundo: Responde, de la manera más reflexiva posible, a la siguiente pregunta: ¿Podemos seguir estando de acuerdo con la frase anterior de nuestro libro de texto?
Rajoy
promete a Bruselas más ajustes si gana las elecciones[1].
"Una vez que haya
un nuevo Gobierno, estamos dispuestos a adoptar nuevas medidas", le
escribe el presidente en funciones a Juncker en una carta a la que ha accedido
EL PAÍS.
Un “contexto
político complejo”: esa es la principal baza del Gobierno para explicar los
incumplimientos del déficit y tratar de evitar una sanción, según la carta que
Mariano Rajoy ha enviado al jefe de la Comisión Europea,
Jean-Claude Juncker. En la misiva, el presidente
defiende los esfuerzos realizados por Españay se compromete a
rebajar el déficit “en el difícil entorno político actual y a pesar de estar en
funciones”. Rajoy ha descartado reiteradamente en público recortes adicionales,
más allá del acuerdo de no disponibilidad de gasto, pero por escrito traslada
otra agenda a Bruselas: “En la segunda mitad del año, una vez que haya un nuevo
Gobierno, estamos dispuestos a adoptar nuevas medidas”, se compromete.
“Querido
Jean-Claude”, comienza Rajoy una misiva de
cuatro páginas datada en Madrid el 5 de mayo, poco antes de la decisión
de Bruselas de posponer hasta julio el procedimiento que puede
acabar en una multa por incumplir las metas fiscales. España cerró 2015 con un
déficit del 5,1% del PIB, 10.000 millones de euros por encima del objetivo, y
se expone a una sanción de hasta 2.100 millones. Pero, de momento, ha
conseguido ganar tiempo. Juncker, personalmente y contra la opinión de varios
miembros de su gabinete, prefirió aplazar la decisión hasta después del 26-J tras recibir
esa carta: “Hemos concluido que no es el momento político adecuado
para dar este paso”, se justificó hace unos días el comisario Pierre Moscovici.
Una vez conseguido
ese aplazamiento para minimizar las interferencias de Bruselas, el objetivo de La Moncloa es evitar la multa o,
al menos, rebajar su importe: conseguir que la sanción no sea una
mancha en la hoja de servicios de Rajoy. Para ello, el presidente no ha dudado
en involucrarse personalmente en ese asunto, con varias llamadas al más alto
nivel y, sobre todo, con esa misiva, cuya
existencia fue adelantada en su día por EL PAÍS y cuyo contenido se
desvela ahora íntegramente. En ella ofrece sus argumentos para sortear la multa
y llega incluso a optar por la estrategia de comprometerse a futuros ajustes.
España
confía en evitar la multa del déficit.
La Comisión Europea prefirió esperar a las elecciones para tomar una
decisión sobre el procedimiento de infracción por déficit excesivo, que puede
acabar en una multa millonaria. Bruselas y Madrid dan por hecho que la UE anunciará a primeros de
abril que España no ha tomado “medidas efectivas” para cumplir con las reglas.
El Ecofin debe votar esa evaluación, probablemente en junio, pero quizá espere
también a que pase EL 26-J. Bruselas tendrá entonces 20 días para fijar el
importe de la sanción, que después deberían aprobar los ministros de la UE por mayoría cualificada.Pese a que el
ministro Luis de Guindos daba por hecha la multa hace unas semanas, Madrid se
decanta ahora por una “sanción de cero euros” o incluso por la posibilidad de
que ese procedimiento “se cancele”. “Europa tiene problemas más acuciantes que
unas décimas de déficit en España: el Brexit, Grecia,
los populismos asomando en varios países y la frágil recuperación”, según las
fuentes consultadas. “España ha hecho reformas, ha rebajado el déficit desde
más del 10% del PIB, crece muy por encima de la eurozona, e incluso Berlín
apunta a que la multa a España ya no es un asunto central”, afirman las mismas
fuentes.Rajoy
subraya el esfuerzo realizado en la última legislatura, y termina prometiendo
medidas para inmediatamente después de las elecciones. El líder del PP viene
diciendo en público, desde hace semanas, que no hacen
falta recortes adicionales, más allá del acuerdo de no
disponibilidad de gasto para 2016, que supone un ahorro de unos 4.000 millones
entre la Administración
central y las autonomías, y que podría ampliarse a 2017. Pese a que Bruselas
pide recortes de unos 8.000 millones, Rajoy ha llegado incluso a mostrarse
favorable a una futura rebaja de impuestos.Por escrito, ese
discurso es muy distinto: “Conscientes de la necesidad de salir del
procedimiento por déficit excesivo cuanto antes, en la segunda mitad del año,
una vez haya un nuevo Gobierno, estamos dispuestos a adoptar nuevas medidas, si
se requieren, para cumplir con el objetivo”, manifiesta Rajoy en una carta a la Comisión que La Moncloa no ha querido
hacer pública.Y junto a esas
promesas, los culpables. El presidente achaca a las autonomías el desvío
presupuestario de 2015. El calendario electoral, con autonómicas y locales en
mayo y generales en diciembre, llevó a “desvíos presupuestarios en las
Administraciones regionales muy notables”, dice. Por contra, presume de que la Administración
central sí cumple el objetivo, “compatibilizando además con rebajas de
impuestos”. Bruselas le ha afeado esa rebaja fiscal de 2015: se hizo con el
segundo déficit más abultado de la UE, una deuda pública del 100%
del PIB y una presión fiscal que está lejos de la media europea. El presidente
en funciones apunta que desde 2012 su Gobierno “ha realizado acciones efectivas
adecuadas” para cumplir con las reglas “en línea con lo acordado”. Sin embargo,
el Ejecutivo ha incumplido reiteradamente las metas pactadas. Termine como
termine la multa, Bruselas está decidida a iniciar el procedimiento precisamente
por “falta de medidas efectivas” en 2015Rajoy reitera a
Juncker la idea del “contexto político complejo” para evitar males mayores; la
idea, según su equipo, es que señalar a España con la multa daría alas a
opciones políticas que provocan recelos en la propia Comisión. Madrid, en fin,
reclama que “se miren todas las actuaciones en los últimos cuatro años” y que
“la valoración no se ciña únicamente al mero ámbito presupuestario”. Con una
multa “se daría la paradoja de que un país que ha hecho un gran avance en
múltiples ámbitos de la política económica pudiera ser el primer país
sancionado”. “No sería un buen precedente que se penalizase de igual manera a
aquellos países que reforman sus economías que a aquellos que no lo hacen”,
añade.El presidente saca
brillo a las reformas aprobadas —y hace mención especial a la reforma laboral
de 2012—, pero el énfasis ya ha cambiado: “La estabilidad y la mejora del
bienestar social son los objetivos esenciales de la política económica de la UE”, dice en un guiño casi
keynesiano.España explica el
incumplimiento fiscal de 2015 por la baja inflación que diezma los ingresos
públicos, la ralentización global y el “calendario electoral”. Pese a la
voluntad de reducir el déficit por debajo del sacrosanto 3% del PIB “en 2017, a más tardar”, el
mandatario se muestra “consciente de las dificultades de hacerlo en el difícil
entorno político actual. Las citadas “dificultades” y el hecho de estar “en
funciones” no le impiden cerrar la misiva con la promesa de “nuevas medidas” en
cuanto haya nuevo Gobierno.Los recortes no están en el programa del PP[2].Los
recortes en políticas sociales y en salarios de funcionarios, que fueron las
primeras dramáticas medidas que tomó Mariano Rajoy en cuanto llegó al Gobierno
en diciembre de 2011, no figuran ahora en el programa del PP para el 26-J como
no lo hicieron para la campaña del 20-D. El presidente en funciones no admite
que vaya a tener que aplicar esos ajustes ni en público ni charlas informales
más privadas.Cree y defiende
que la Comisión
Europea y sus socios, especialmente la alemana Angela Merkel,
valoran las reformas aplicadas estos años y, sobre todo, el nivel de
crecimiento y creación de empleo de los últimos ejercicios. España crece por
encima del 3% y generó más de 575.000 empleos el curso pasado y Rajoy presume
de que esos niveles están en la cima entre los principales países de Europa.El jefe del
Ejecutivo explicó el jueves en Palma, y el viernes lo hizo su vicepresidenta
Soraya Sáenz de Santamaría, tras el Consejo de Ministros, que será suficiente
para cumplir con los objetivos de déficit marcados con seguir las mismas
políticas que hasta ahora, crear en torno a medio millón de empleos en los
próximos cuatro años y continuar en los próximos presupuestos con los ajustes
de no disponibilidad de 2.000 millones de euros ya cerrados para este año. Ese
tijeretazo se le reclamará igualmente a las autonomías. Rajoy aventura que por
esa senda podría llegar a bajar los impuestos incluso en dos años.