Poder caminar por
El camino húmedo,
camino de la piedra
húmeda,
en la que hoy
no asentaré las
posaderas.
La mostaza blanca,
acompañando, cual escolta fiel,
al caminante.
Y la serpiente acuática,
fluyendo,
danzarina y acústica.
Todo un tintineo feliz,
una laica bendición de la
Tierra.
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