Este documental, de 2010, tiene la virtud de contarnos lo que en el mismo se denomina "La historia secreta de la obsolescencia programada", y lo hace de una manera amena y esclarecedora.
Los tres pilares básicos del capitalismo moderno no son otros que el marketing, que nos crea necesidades y nos dice lo que tenemos que comprar; el crédito, para que podamos adquirir en "cómodos" plazos aquello que normalmente no podemos o no queremos comprar al contado; y la obsolescencia programada, que pone fin a la vida de un producto (vida que podría ser mucho más larga) y que da inicio a ese círculo vicioso que es comprar-tirar-comprar.
versión de 52 minutos:
Interesante documental que nos muestra cómo, desde la década de los años 20 del siglo pasado, se pensó en la idea de que los productos que compramos tuvieran una vida limitada. El punto de partida se estableció con la bombilla, cuando se creó un cártel que impuso una duración de 1000 horas para las lámparas. Después, otros bienes de consumo, como automóviles, frigoríficos, medias, ..., fueron rediseñados por los ingenieros para que tuviesen "fecha de caducidad".
ResponderEliminarActualmente, pienso que el concepto de obsolescencia programada podría pasar a un segundo plano. En nuestros días, la sociedad de consumo en la que vivimos hace que queramos disponer siempre de la última versión o del más novedoso producto. En muchas ocasiones cambiamos, por ejemplo, de teléfono móvil, aunque el modelo que hasta ahora estábamos utilizando funcione todavía perfectamente. Por eso, creo que, aunque los actuales productos tuviesen una vida útil más larga, lo cambiaríamos sin más porque hay uno más moderno. Aquí las empresas juegan un papel importante, ya que se encuentran continuamente innovando. Si dejasen de innovar, sí tendría sentido poner el concepto de obsolescencia programada en primer plano.
De algún modo, el nivel de consumismo que tiene nuestra sociedad es bueno para las empresas que fabrican los productos, puesto que crean puestos de trabajo para hacer frente a la demanda generada. Pero, ¿qué ocurre con los productos que ya no necesitamos? Pues bien, estos productos de "desecho" han de reciclarse de forma correcta, pero con tantos artículos de desecho que producimos, pronto no habrá lugar físico donde almacenarlos. Y el medio ambiente nos puede pasar factura (de hecho, creo que ya lo está haciendo).
Apreciado alumno:
EliminarGracias por tu intervención en esta entrada del blog.
Verdaderamente interesante tu comentario, sobre todo cuando dices que la obsolescencia programada, hoy por hoy, podría haber quedado, a su vez, obsoleta. Y que esto estaría ocurriendo de la mano de uno de los tres pilares apuntados como claves del capitalismo contemporáneo: el marketing. ¿Quieres decir que quizá hoy la obsolescencia programada esté convirtiéndose en un concepto más mental que físico? ¿Que es posible que la obsolescencia de los productos esté más en nuestro deseo cada vez más compulsivo de tener la última novedad de cada versión de cada producto, que en el ciclo de vida programado por los fabricantes? ¿Y, además, que esto estaría ocurriendo, especialmente, en el sector de los productos de tecnología aplicados a la comunicación, las redes sociales y el entretenimiento, en los que la innovación, como tú señalas, es clave?
Aquí podríamos sacar a colación el concepto del economista de origen austriaco Joseph Alois Schumpeter (1883-1950) denominado "proceso de destrucción creativa", que no es otra cosa que, desde su punto de vista, el lado bondadoso de los monopolios: la inversión constante y creciente de las empresas en innovación hace que un monoponio sea sustituido por otro, en un proceso que, "al destruir, crea".
Estaría encantado si te apetece profundizar en este concepto y quieres hacer un nuevo comentario al respecto.
Yo quería añadir un punto de vista un poco en la línea de lo comentado por Miguel Ángel. Creo que es fácil diagnosticar un problema, es fácil decir que algo está mal o puede tener graves consecuencias, ya que los seres humanos hacemos por naturaleza las cosas de forma imperfecta, y siempre se van a poder mejorar, pero el problema viene cuando se intentan ofrecer las soluciones, lo cual no es ya una tarea fácil.
ResponderEliminarMe explico: creo que el hecho de que actualmente tenemos un problema respecto al uso de los recursos naturales, nadie lo duda. Es un problema que existe desde la revolución industrial y que cada vez va a más, no sólo ya por la producción en sí de la energía necesaria para mantener nuestra sociedad actual, sino por los estándares actuales de la economía consumista, aspecto en el que pone el acento este documental. El problema viene como comenta Miguel Ángel, en que el consumo es un tema que está muy arraigado en la economía actual, yo diría de hecho que el capitalismo actual no se puede entender sin su faceta consumista, es desde hace tiempo el capitalismo de consumo.
Los usuarios quieren tener siempre las últimas versiones y últimos modelos de todo. De alguna forma estamos cada vez más imbuidos en el proceso de desarrollo exponencial de la tecnología, y nos hemos mezclado con su dinámica y todo se queda obsoleto de forma muy rápida. El iPhone que sale nuevo despierta furor e histeria al principio, pero en unos cuántos meses tenerlo se convierte casi hasta en algo negativo, es ya algo obsoleto, pasado de moda, no es "cool" ni es lo último. Las compañías tienen una presión incesante de sus accionistas y de los analistas para cumplir siempre los beneficios esperados y aumentarlos, en una espiral de tener que crecer y crecer y crecer continuamente. Las propuestas decrecentistas como la del señor Latouche, simplemente harían colapsar y tener que redefinir por completo nuestro sistema económico actual.
Además, los políticos que nos gobiernan no pueden tomar determinadas medidas por impopulares, la gente queremos paradójicamente a la vez que la economía crezca, y mucho, y estar con la conciencia tranquila de que no estamos contaminando, el cambio climático, etc. Cuando los políticos empiezan a tomar o proponer medidas a reducir el consumo, enseguida se argumenta que eso reducirá puestos de trabajo y generará paro y pobreza. Hasta ahora creo que lo que hemos hecho ha sido que el exceso brutal de tecnología que ha producido el llamado primer mundo, en el que sus ciudadanos cambian de móvil por ejemplo cada año, ha sido de alguna forma intentar colocar esa tecnología en otros países menos desarrollados. Pero vemos también en el vídeo que eso no funciona ya más. Esa tecnología muchas veces simplemente no funciona, se le carga a esos países el problema de lidiar con los residuos, y los usuarios de esos países en su proceso de desarrollo económico demandan también los últimos productos, los mismos que aquí compramos nosotros.
¿Qué se hará pues con todo ese exceso de producción y desechos? No es una solución fácil, desde el punto de vista ecológico es un disparate pero la economía actual lo necesita para seguir creciendo. Yo opino que las propuestas decrecentistas no son una solución, a la larga podrían ser un lastre para el progreso científico, para mi nuestro objetivo fundamental como especie, pero también es cierto que la visión mercantilista y cortoplacista tampoco puede sostenerse durante mucho más. Deben de ser los ciudadanos los que se esfuercen en consumir de forma más racional y adecuándose a necesidades, intentar aprovechar al máximo los productos, y al mismo tiempo se debe hacer una gran inversión en desarrollar al máximo los procesos de reciclaje, de forma que un móvil que ya no nos sirva simplemente porque se ha quedado obsoleto por la tecnología, pero aún así sus materiales si se puedan aprovechar y de esta forma no tener que cargarlos al medio ambiente.
Este documental trata básicamente sobre uno de los temas que más se ha estado ocultando durante toda la historia del capitalismo y nos da bastante que pensar, ya que se ha estado manipulando en todo momento el beneficio de la compra-venta, hasta el punto de rozar en la ética a través de "la obsolescencia programada". La obsolescencia programada es un sistema que adoptaron algunas de las grandes empresas productoras de aparatos electrónicos, que fija una cantidad de tiempo de vida a sus productos, con el fin de forzar a los clientes a comprar otro producto nuevo y más actual que aquél que se compró anteriormente. ¿Es éticamente correcta esta acción adoptada por las empresas? En mi humilde opinión, no, ya que el cliente es el que debería decidir cuándo cambiar un producto, y de este modo, la empresa productora está forzando al cliente a realizar esta acción. Estas empresas pueden poner la excusa de que es un modo de no tener pérdidas económicas y de mantener los puestos de trabajo de sus trabajadores, pero estas acciones llevan a la contaminación del planeta, ya que esos aparatos que se tienen que cambiar quedan acumulados y tirados en algún lugar del mundo como basura; tan grande es la cantidad de aparatos electrónicos que el reciclaje de los mismos se hace muy lentamente, en proceso que podría tardar muchísimos años. Además está el tema del uso de los recursos del planeta, que son finitos y de los que cada día tenemos menos, hasta llegar al punto de que algún día los agotaremos.
ResponderEliminarEn resumidas cuentas, el egoísmo provocado de las grandes empresas productoras, provoca efectos negativos en nuestro planeta, fomentando la contaminación, e incluso en nuestra sociedad, quitándole el derecho al cliente de decidir el cuándo y el por qué comprar un producto manufacturado.
Apreciado alumno:
ResponderEliminarGracias por tu intervención en esta entrada del blog.
El que la obsolescencia programada nos esté quitando a los consumidores el derecho a decidir cuándo y por qué comprar un producto determinado creo que tiene fácil solución: como consumidores, y más aún, como personas, debemos madurar de una vez por todas y no entrar en la vorágine consumista en la que muchos de nosotros estamos. Una vida más austera y un consumo más responsable y equilibrado serían una gran amenaza para este peligroso fenómeno que es la planificación de la vida de un producto.
María Rodríguez y Elena Maldonado 1ºC
ResponderEliminarTras ver detenidamente este documental, apreciamos lo incrédulos que podemos llegar a ser a veces, por el hecho de ignorar la obsolescencia programada aún sabiendo de su existencia. A lo largo del video, se muestra una serie de productos en los que se refleja la obsolescencia programada . Desde nuestro punto de vista el ejemplo más claro es el de las medias, que con la elaboración de unas muy resistentes, se comprendió que en algún momento ya no sería necesario fabricar más, provocando así un cambio en la mentalidad fabricando unas más frágiles.
Investigando sobre este tema, hemos encontrado un breve ejemplo que hace referencia al capricho del consumidor a consumir sin necesidad alguna.
* https://www.youtube.com/watch?v=er_YB76UaMg
Afortunadamente, algunos consumidores y empresas están tomando medidas contra la programación del fin de la vida útil de un producto. Aquí colgamos un enlace de un ejemplo de empresa contra la obsolescencia planificada a la determinación:
* https://www.youtube.com/watch?v=ThhvD1_SG6o
Apreciadas alumnas:
EliminarGracias por vuestra intervención en esta entrada del blog.
Y gracias por el enlace primero, el del vídeo sobre la obsolescencia programada. Aunque duro, estéticamente es muy bonito y, lo más importante, en pocos minutos y de manera muy amena, nos explica este fenómeno.
Emilio Villegas Franco 1°Bach C
ResponderEliminarTras ver el documental y habiéndolo analizado he llegado a alguna conclusión.
En primer lugar, bajo mi punto de vista, yo creo que la existencia de la obsolescencia programada en sí es necesaria dentro del correcto funcionamiento del mercado, pero hay que tener en cuenta el impacto medioambiental y social que puede causar la masiva producción. Por lo que yo pienso que lo más correcto sería un término medio entre la no existencia de la obsolescencia programada y el ciclo de vida tan corto que se le da a los productos hoy día. Por ejemplo, pongamos el caso de una lavadora: si hoy en día, con la actual obsolescencia programada, dura unos 12 años; se podría hacer que su vida útil llegara a ser de 20 años más o menos, y de esta manera "matar dos pájaros de un tiro", puesto que los recursos no se agotarían tan rápidamente, pero a la vez, tienen asegurada la venta del producto.
Por otro lado, me parece bastante interesante la propuesta que hace el economista francés, en la cual insta a que las economías dejen de crecer tanto y comienzen a decrecer. En mi opinión, sería un punto muy interesante para proponer a todos aquellos países que crecen a un ritmo desmesurado sin pensar en las consecuencias futuras. Pero por otra parte, creo que esta teoría del decrecimiento nunca se terminaría de llevar a cabo debido a la sociedad en que vivimos hoy en día, la cual prefiere tenerlo todo hoy, y no pensar en el mañana.
Un saludo.
Apreciado alumno:
EliminarGracias por tu intervención en esta entrada del blog.
Veo que buscas una síntesis (un encuentro) entre el mercado y un cuidado mayor por el medioambiente. Me parece bien, pero ¿crees que la obsolescencia programada podría estar presente en ese modelo?
Por otro lado, creo, como tú, que la teoría del decrecimiento no cuadra con el modelo de sociedad en la que vivimos, pero ¿te gustaría ir hacia ella entendiendo que el consumismo de occidente no tendría cabida?
Este documental "Comprar , tirar , comprar" nos ha dado a conocer una realidad y un nuevo término para nosotras como es "la obsolecencia programada".
ResponderEliminarPara muchos es algo desconocido seguramente si preguntasemos a las personas que nos rodean que significa eso , más de una no lo sabrían ya que no es algo que te digan o que te expliquen con la compra de un producto .
Cuando cualquier consumidor compra algún producto , lo que busca con este es que desempeñe bien su función y aprovecharlo al máximo pero si antes de la compra el consumidor supiese que dicho producto tiene "fecha de caducidad" , como es el caso de la impresora , seguramente no lo compraría , ya que desde el principio sabría que poco después tendría que reemplazarlo por uno nuevo y no le sería factible. Esto sería en en el caso de un consumidor racional .
En otros casos como es el de algunos consumidores ,llevados por la atracción de las marcas o de las modas accederían a comprar productos sabiendo que no serían duraderos .
Por un lado estamos a favor del uso de la obsolescencia programada ya que sin ella , los productos tendrían más duración y no haría falta la producción de otros debido a que no habría necesidad de sustituirlos , esto tendría una grave consecuencia en la economía por el cierre de fabricas y el despido de sus empleados .
Pero por otro lado creemos que todos lo productos tendrían que traer especificada su duración y no abusar del uso de la obsolescencia programada y darles a los productos ya sean tecnológicos o textiles una duración y una calidad acorde a su precio .
Apreciadas alumnas:
ResponderEliminarGracias por vuestra intervención en esta entrada del blog.
Me alegro de que este documental os haya hecho conocer una realidad de la que no érais conscientes. De eso se trata, de aprender cosas que no sabemos.
Os quería preguntar: en vuestro entorno más cercano ¿tiene cabida ese consumidor racional del que habláis, ese que puede prescindir de la obsolescencia programada?
En los años 50, mientras que en Europa se intentaban crear productos de calidad que duraran toda la vida, en los Estados Unidos se intentaban crear consumidores insatisfechos fabricando productos que se rompieran después de un tiempo predeterminado, a lo que llamamos obsolescencia programada. Y como suele pasar con todo en la actualidad, lo que se crea en E.E.U.U. pronto llega a los demás países desarrollados: “la felicidad a través del consumo ilimitado fue el estilo de vida americano de los años 50 y fue el que sentó las bases de la sociedad de consumo actual”. Es decir, la sociedad capitalista en la que vivimos nos hace querer siempre más y más, nunca tenemos suficiente. La publicidad, las empresas y la sociedad nos hacen creer que nuestra felicidad depende de la cantidad de bienes que podemos poseer, lo que es lo mismo, del dinero.
ResponderEliminarEncontramos en la sociedad actual un contrasentido: intentan vendernos que lo que buscamos es innovar y avanzar, crear productos y métodos mejores de los que ya tenemos. Sin embargo, cuando alguien realmente hace un gran avance, la gente rica y poderosa lo esconde, porque el capitalismo les ha hecho codiciosos y les importa más su propio beneficio que el bien común. Esto lo vemos en el vídeo con varios ejemplos, como el de las medias de nylon, que eran muy resistentes y no se rompían. Sin embargo estas medias no están a la venta porque harían perder dinero a todos los fabricantes y vendedores actuales de medias.
Algo que también llama mucho la atención del vídeo es como los países desarrollados usan a los subdesarrollados como su vertedero personal: todo lo que no queremos aquí, se lo mandamos a ellos. El documental dice que se han tomado medidas para evitarlo, y que, legalmente, está prohibido mandar residuos electrónicos a África. Sin embargo, las empresas se libran de esta ley diciendo que no son residuos, sino productos de segunda mano, lo cual es mentira, ya que prácticamente nada de lo que les dan es reutilizable. Es aquí donde vemos la gran hipocresía de los gobiernos y empresas occidentales: se declaran a favor del ecologismo, pero siguen cargándose el planeta día tras día. Puede que a todas estas personas les vaya bien por ahora, pero en algún momento su compartimiento irresponsable y egoísta le pasará factura al mundo. Citando el vídeo, “un crecimiento ilimitado no es compatible con un planeta limitado”. Algún día, los recursos de la Tierra se acabarán, y todo el mundo tendrá que pagar los platos rotos de unos pocos. Por lo tanto, debemos parar de comprar cosas que no necesitamos y solidarizarnos con aquellos que no pueden comprar nada: como dijo Ghandi “el mundo siempre será suficientemente grande para satisfacer las necesidades de todos, pero demasiado pequeño para satisfacer la avaricia de algunos.”
En conclusión, se debe encontrar una solución al consumismo descontrolado, ya que cada vez queremos más pero hay menos, y cuando el momento en el que no quede nada llegue nos daremos de bruces con un muro que siempre ha estado acechándonos pero que nos empeñamos en ignorar.
Julia Dejneka 2°Bach B
ResponderEliminarSe trata el tema de la obsolescencia programada, un fenómeno que parece haberse vuelto vital para el funcionamiento de la economía. A diario aparecen nuevos productos en el mercado con un solo objetivo; satisfacer una necesidad, podríamos decir "artificial", durante un corto plazo de tiempo mientras crea la necesidad de poseer un producto más nuevo que el que se tiene, creando así un ciclo que no parece tener fin. Lo más interesante de este ciclo es, quizás, el papel que juegan los consumidores. Nosotros como consumidores no nos resistimos a la obsolescencia programada y, en algunos casos, incluso la demandamos. La perpetuación de la obsolescencia programada ha creado en nosotros la necesidad de tener la necesidad de poseer algo nuevo, cuanto más nuevo mejor, sin preocuparnos por los costes tanto medioambientales como sociales que tiene nuestra avaricia, tal y como muestra el documental al hablar de la situación en Ghana, uno de los países que está siendo usado como vertedero de los países del primer mundo.
No se puede negar que la obsolescencia programada ha tenido y tiene un gran impacto sobre nuestras relaciones sociales, más aún entre los jóvenes, que, en general, sentimos la necesidad de encajar y pertenecer a un grupo en mayor magnitud que los niños pequeños o los adultos. Hoy día mucha gente considera la obsolescencia programada como algo natural, necesario para el funcionamiento de la economía, y mientras que esta línea de pensamiento sea cierta cuando pensamos en el crecimiento económico, cuyo motor vital se podría considerar la obsolescencia programada, esta idea no es necesariamente cierta en cuánto al funcionamiento de la economía, tal y como dice el economista francés Latouche. Latouche considera que este nivel de crecimiento no se puede mantener y está en lo correcto. El nivel de crecimiento actual no tiene en cuenta que los recursos naturales son finitos y muchos de los que resultan básicos, como el petróleo, son no renovables, es decir, cuando se acabé se acabó y no hay más. A este paso todo este crecimiento acabará de manera brutal y, lo que es peor, caótica, porque nadie estará preparado para ello. Es por esto que Latouche propone que decrezcamos, puesto que este nivel de crecimiento y consumo es insostenible.
Otra teoría interesante respecto a este tema es la que propone Braungart. En vista de la enorme cantidad de residuos, en muchos casos tóxicos, que este nivel de producción y consumo crea, él propone seguir e imitar a la naturaleza, sin tener que decrecer de la manera tan brusca que propone Latouche (volver a los años 60). En la naturaleza no hay residuos propiamente dichos, todo se utiliza para el beneficio de todos y no por eso la naturaleza reduce o renuncia a su actividad, tomando el ejemplo que pone el documental, donde el cerezo no escatima en flores y sin embargo no se producen residuos, a pesar de que todos los cerezos siempre, digamos, "producen" al máximo. Braungat propone llevar el modelo natural al mundo empresarial, cosa que aunque muchos consideran imposible, el documental desmiente poniendo el ejemplo de una empresa textil suiza que sustituyó todos sus componentes tóxicos por biodegradables.
Afortunadamente hoy día, los consumidores, están cada vez más concienciados respecto al tema de la obsolescencia programada pero este fenómeno no es muy conocido aún o es rechazado por la gran mayoría de consumidores y empresas, algo que ojalá cambie con el paso del tiempo, pudiendo así llegar a una sociedad donde se pueda crecer produciendo la menor cantidad posible de residuos y respetando al medioambiente y los países del tercer mundo. Creo que , sin embargo, para realmente tomar consciencia de lo que implica la obsolescencia programada y la situación económica y medioambiental actual, convendría reflexionar sobre esta frase de Latouche que dice: "Si la felicidad dependiera del nivel de consumo, deberíamos ser absolutamente felices" , y preguntarnos lo siguiente: "¿De verdad necesitamos tanto y en tal cantidad?"
Apreciada alumna:
EliminarGracias por tu intervención en esta entrada del blog.
Me parece interesante la responsabilidad que atribuyes al consumidor sobre la existencia y perpetuación de la obsolescencia programada. Efectivamente, la ruptura de este ciclo sin fin puede producirse por el lado de un consumidor más responsable en sus actos de consumo. Pero, ¿estamos dispuestos, a ejercer ese papel?
Me parece, igualmente, muy interesante que destaques esa frase, al final de tu escrito, del profesor Serge Latouche: con el nivel de consumo que tenemos deberíamos ser absolutamente felices..., si es que la felicidad dependiera de ello.
Elvira González Rosillo 2º Bachillerato C
ResponderEliminarLa obsolescencia programada es la planificación del fin de la vida útil de un producto o servicio, es decir, el fabricante le limita la vida al producto con la intención de que este falle en un tiempo determinado y así se incrementen las ventas.
En el documental "Comprar, tirar, comprar" nos explican con precisión lo que es la obsolescencia programada. En mi opinión, la mayoría de las personas saben que esto existe, de alguna forma, ya que sabemos que las baterías de los móviles empiezan a dar fallos a partir del año de uso, y que muchos móviles tienen un diseño con batería no extraíble con el que no tienes la opción de intentar comprar una batería nueva, y muchos más productos que vemos que fallan en nuestros hogares; como la impresora, cuyo caso aparece en el documental. En conclusión, no hace falta que tengamos una idea clara de lo que es la obsolescencia programada ni que conozcamos su historia para saber que algo pasa para que estos productos tan bien creados fallen. Lo que empezó con productos como la bombilla y las medias; primeras víctimas de la obsolescencia programada, se ha extendido a la gran mayoría de productos. De hecho, hemos llegado a un punto en el que gran parte de la sociedad acepta la obsolescencia programada, ya que atraídos por los nuevos productos en venta, modas y marcas, aceptan comprar productos poco duraderos.
La obsolescencia programada, como está claro, beneficia a las empresas. Yo diría que las empresas que más se benefician con la obsolescencia son aquellas que venden productos tecnológicos, ya que en estos tiempos, en los que no paran de salir a la venta innovaciones en los aparatos electrónicos, la gente no duda en comprar productos nuevos.
Yo no estoy en contra de la obsolescencia programada, pienso que es algo que debe existir para que las empresas funcionen correctamente, pero creo que si pagas por un producto, este debe tener una calidad mínima y satisfacer tus necesidades. Un ejemplo de esto son la gran mayoría de medias que se venden actualmente; si bien antes hubo un corto periodo en el que las medias de nylon no se rompían con nada, ahora si compras medias debes tener cuidado, muchas se rompen en el primer o segundo uso. Ejemplos como este me hacen pensar que están abusando de la obsolescencia programada para beneficiarse y no recuerdan que uno de los principales objetivos de las empresas y además muy importante, es satisfacer las necesidades del cliente.
Apreciada alumna:
EliminarGracias por tu intervención en esta entrada del blog.
Me gusta ver cómo los jóvenes parecéis tener claro que el fenómeno que se describe en el documental ocurre en realidad.
A pesar de todo indicas que se trata de una situación que debe existir para que "...las empresas funcionen correctamente...", a pesar de que "...uno de los principales objetivos de las empresas...es satisfacer las necesidades del cliente." Aprecio cierta contradicción que quizás nos puedas aclarar.
Estimado profesor:
EliminarEstoy de acuerdo en que he explicado mis ideas de forma confusa y puede parecer una contradicción. Lo que yo quería transmitir es que a pesar de que en gran parte no me agrade que manipulen los productos de esa forma, entiendo que es algo que se debe hacer para que una empresa prospere, y lo acepto. Por otro lado cuando he mencionado que uno de los principales objetivos de las empresas es satisfacer al cliente, estaba refiriéndome al tema de las medias, es decir, a productos cuyas vidas están tan limitadas que no llegan a cumplir su función y, en consecuencia, a satisfacer nuestros deseos al haber hecho esa compra. Obviamente esto es en casos extremos. Normalmente los productos que venden las empresas cumplen nuestros objetivos medianamente o totalmente, dependiendo de los intereses de cada persona.
Apreciada alumna:
EliminarGracias por tus aclaraciones. Valoro especialmente tu deseo de encontrar un punto medio entre dos posiciones extremas.
Inés Teruel Vázquez 2ºBach.B
ResponderEliminarEl documental comienza con la historia de un joven que tiene una impresora con un fallo técnico, que según todos los profesionales a los que preguntó, debía ser reemplazada por otra nueva , pero el joven busca una solución por internet. El problema fue causado por la obsolescencia programada, definida como la determinación o planificación de la vida de un producto. La idea es explicada utilizando varios ejemplos a lo largo de la historia, por ejemplo: el cártel de bombillas Phoebus (no se podían fabricar bombillas de una duración superior a las 1000 horas), las medias de nailon y las baterías de los Ipods fabricados por la empresa Apple.
La idea de obsolescencia programada fue propuesta por Bernard London para convartir la crisis de 1929, no obstante, entró en rigor en los años 50 ; en esa época nació el consumismo.
Comprar se convierte en una adicción, no en una necesidad. ¿Podemos decir que el consumismo es un monstruo para el mundo en la actualidad?
John M.Keynes defendía en cierto modo esta postura, el consumismo,basándose en que la economía está en continuo movimiento y creando puestos de trabajo.Al consumir, estrenamos y desechamos productos continuamente; esta acción repercute claramente en el medio ambiente, tal y como dice el Sr. LaTouche (crítico del crecimiento económico): "El que cree que un crecimiento ilimitado es posible en un planeta que sí lo es, está loco o es un economista".Los residuos de todos esos productos que desechamos se llevan a países del tercer mundo, haciendo de estos un vertedero enorme bajo la excusa de que son productos de segunda mano, productos reutilizables, cuando realmente no lo son.
El desarrollo sostenible es la solución idónea para este problema, ya que es aquel que busca el desarrollo económico equitativo de la riqueza y el respeto al medio ambiente mediante prácticas como el reciclaje, que poco a poco se está poniendo más en práctica. La sociedad se está concienciando de que en parte el Sr. LaTouche tiene razón en alguna parte de su teoría, queremos que la economía crezca y nosotros con ella. El progreso es lo que todos necesitamos, seamos economistas o no lo seamos. Nuestra fuente de recursos, la que nos permite hacer que todo eso fluya adecuadamente, es nuestro planeta, si lo tratamos mal no nos recompensará, afectando a todo ese progreso que a costado muchos años, mentes brillantes y épocas de angustia.
Apreciada alumna:
ResponderEliminarGracias por tu intervención en esta entrada del blog.
He leído hasta la palabra "convatir". No he podido continuar. En segundo de bachillerato no podemos cometer estas faltas de ortografía tan enormes.
Ana Fernández Espigares.
ResponderEliminarBuenas tardes profesor.
Aquí le dejo mi opinión sobre el documental:
Este documental trata el tema de la obsolescencia programada, motor secreto de nuestra sociedad de consumo, dado que cada vez hay más novedad en el mercado, para provocar en el consumidor el deseo de comprar nuevos productos, y hacerle creer que con esa compra es más feliz. Esto parece no tener fin, dado que el consumidor no es capaz de rechazar las nuevas ofertas.
El documental hace referencia a la crisis del 1929, donde se propuso una ley, cuya base era la obsolescencia programada; pone el ejemplo de las bombillas, estas, son fabricadas a consciencia para que duren menos tiempo. Una influyente revista de publicidad estadounidense publicó en uno de sus artículos este titular, “un producto que no se desgasta, es una tragedia para los negocios”.
También, se muestra el ejemplo de Marcos, un hombre de Barcelona. En su caso, lo que ha fallado ha sido la impresora. Marcos la lleva a tres tiendas distintas, y los tres empleados le dicen lo mismo, que compre una nueva, ¿coincidencia?
Si Marcos acepta comprar una impresora nueva, será una víctima más de la obsolescencia programada.
Finalmente, Marcos, no compra una impresora nueva y busca otras soluciones.
A parte, el documental nos muestra la pésima situación de Ghana, un basurero de los países desarrollados.
Es verdad que intentamos concienciarnos en no gastar todo lo que quisiéramos, pero nos dejamos llevar por la locura del consumo, por las modas, por el qué van a pensar de mí, por ejemplo, si llevo este teléfono tan viejo, etc. En mi opinión, este deseo de consumo es, en cierto modo, egoísta, porque aunque no seamos del todo conscientes del daño que causamos a nuestro planeta, sí tenemos algunos conocimientos de ello y no se está cambiando nada para que esto mejore. Nuestro objetivo no debería ser crecer como una sociedad consumista y egoísta, sino como una sociedad que se implique en la mejora de la misma.
Estoy totalmente de acuerdo con la frase de Gandhi: “El mundo es suficientemente grande para satisfacer las necesidades de todos, pero siempre será demasiado pequeño para la avaricia de algunos”. Esta frase hace pensar en si verdaderamente compramos por necesidad o por el simple deseo de tener más.
Un saludo.
Ángel Avilés Reyes 1ºBachillerato B
ResponderEliminarBuenas tardes profesor .
Desde mi punto de vista , el documental "Comprar Tirar Comprar" de la directora Cosima Dannoritzer da un punto de vista muy interesante sobre como funciona la producción de la economía actual a través de la obsolescencia programada.
Por una parte , estoy de acuerdo con la tesis defendida en el documental , ya que la obsolescencia programada tiene una serie de efectos negativos sobre los consumidores y el planeta , como la generación de residuos o el aumento del gasto de las familias .
Pero por otra parte la obsolescencia programada y la sociedad de consumismo actual genera mucha riqueza en los países desarrollados ya que están experimentando unos niveles de progreso en varios ámbitos (como la medicina , tecnología , etc ) que jamas antes se habían experimentado , esto crea un nivel de desarrollo y crecimiento económico positivo para la población en general.
Bien es cierto que pese al crecimiento económico , disminución de paro , crecimiento de empresas , desarrollo continuo de tecnología y bienes y servicios en general , la obsolescencia programada tiene su cara negativa .
En mi opinión la solución no seria con defiende el documental , reducir el consumo o acabar con la obsolescencia programada , si no por ejemplo en vez de generar residuos y enviarlos al tercer mundo , habría que producir con energías renovables y productos biodegradables en la mayor medida posible , así como por ejemplo las bolsas de plásticoque generan residuos que acaban en el mar , habría que investigar hasta dar con un material biodegradable que haga que se pueda consumir un nuevo bien sustitutivo del plástico que no genere residuos que perjudiquen al medio ambiente en este caso los mares , océanos y su fauna .
En cuanto al tema de las enegías renovables , investigar y desarrollar nuevos productos que funciones con energía solar , eólica , etc. Ya que si continuamos con este nivel de contaminación , las futuras generaciones no podrán sobrevivir en nuestro planeta , he incluso ya a nosotros nos afecta a la salud la contaminación del aire y océanos .
En cuanto lo referido a la obsolescencia programada , bien es cierto que afecta a los consumidores , pero sin ella se perderían una gran cantidad de puestos de trabajo y riquezas en que generan las empresa y naciones .
Pero si seria conveniente vigilar a las empresas para que no abusen de la obsolescencia programada y bajen el nivel de calidad de sus productos mediante una legislación que las controle , como las legislaciones que hay hoy día en cuanto al tema medioambiental .
En definitiva , yo creo que la solución a los problemas que plantea el documental , tales como el decrecimiento económico no serían los más acertados , si no que habría que investigar para crear productos biodegradables y el uso de las energías renovables para ser respetuosos con el medio ambiente , tras estas investigaciones se puede seguir con la actual economía de consumismo , pero con una economía sostenible y así poder continuar con las situación actual de Bien Estar , desarrollo del mundo occidental y crecimiento económico
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarÓscar Torres Cañadas 1 Bachillerato B:
ResponderEliminar-Este tema trata sobre la obsolescencia programada , sobre el cartel de bombillas de Phoebus y el desecho electrónico . Este tema sobre la obsolescencia programada proviene de la crisis del 29 como solución de la crisis se creo una ley para que cada producto tuviese una vida mas corta para así vender mas , para producir mas , para contratar mas empleados y en conclusión para renacer la economía de ese país.
Por otra parte esta Marcos , un chico de Barcelona que ha sido victima de la obsolescencia programada , que intentara arreglar su impresora para no tener que comprar una nueva .
Y por ultimo el desecho electrónico de países desarrollados que llega en forma de basura a países subdesarrollados como es Ghana , que esta siendo contaminada cada vez mas casi sin opción para poner fin a ese problema, que mas da no, si son países diminutos luchando contra empresas gigantes que opciones tienen.
Para mi opinión esto de los desechos electrónicos deberían dejar de traer solo por compasión ya que por culpa de eso el paisaje de esos países como es Ghana dejara de tener su encanto que alguna vez tuvo y también no solo son problemas de la naturaleza sino también consecuencia para esas personas que viven ahí.
Sobre la obsolescencia programada siempre que sea para un buen fin como es renacer la economía de su país no para sacar beneficio propio , como dijo Bernald London gracias a ese obsolescencia programada es posible salir de la crisis de 29 y así fue . Si se utiliza para fines buenos entonces si estoy de acuerdo con la obsolescencia programada
Patricia Romero González, 1ºBachiller B
ResponderEliminarBuenas profesor, aquí le dejo mi opinión personal sobre la tesis defendida en el documental.
Realmente, no me di cuenta de este problema hasta que vimos el documental en clase, y me parece una medida eficiente, pero errónea.
La obsolescencia programada (que consiste en la "modificación" de la vida útil de los productos para que fallen en un momento dado) podría ser un método económicamente eficiente, pero solo económicamente. Es un método totalmente irrespetuoso con el medio ambiente, y poco práctico sobre todo para el consumidor. Como vemos en el documental, el resultado de los desechos de este proceso acaba siendo una concentración de residuos en Ghana, un lugar donde hay propias personas que sufren la contaminación de las sociedades capitalistas que viven en la obsolescencia programada.
Como conclusión, para mí la obsolescencia programada no es la solución para ninguno de los problemas planteados. No debería ser obligatoria, y mucho menos practicada (especialmente en países muy desarrollados). Pienso, que si realmente quisiéramos lo mejor para nuestra economía, este método no es el más apropiado para llevarla adelante.
Un saludo.
Jaime Mena García. 1º A.
ResponderEliminarEl documental trata el problema de la obsolescencia programada, explicando en que consiste a través de un hombre que tiene una impresora la cual deja de funcionar aún sin estar estropeada, cuando trata de repararla, descubre que la impresora no tiene defecto alguno, pero que debido a la obsolescencia programada, ha alcanzado el final de su vida útil, es decir, ha realizado cierto número de impresiones; este número es elegido por la empresa para delimitar el periodo de vida máximo de un producto.
El documental nos muestra el origen de la obsolescencia programada, las teorías que la defendían como medio de salida de la crisis del 29 en los Estados Unidos, nos enseña también que la idea de crear una vida útil corta para los productos con el objetivo de que los consumidores los renueven cada vez con mayor frecuencia y así vender más, surge con un cartel de la bombilla, y a día de hoy es algo universal.
Respecto a lo que dijo usted en clase de que a día de hoy, en muchos casos la obsolescencia programada no es necesaria ya que los consumidores estamos mentalizados para renovar un producto antes incluso de agotar su vida útil, para sustituirlo por un modelo nuevo, creo que esto no deja de ser un medio de las empresas para acortar la vida útil de sus productos, es decir, que es en esencia lo mismo que la obsolescencia programada; las empresas producen un nuevo modelo de por ejemplo un teléfono móvil, este tiene una vida útil de tres años, pero la empresa sabe que si dentro de dos años saca otro modelo nuevo, este primer modelo habrá quedado obsoleto tecnológicamente y el consumidor se ve necesitado de sustituirlo.
Me parece interesante ver que en los países del bloque comunista, no utilizaban la obsolescencia programada, y creo que es necesario conocer si a día de hoy, es posible una economía estable sin obsolescencia programada, ni marketing abusivo... o si por el contrario, es algo necesario para que una economía no caiga, como ocurrió con la soviética entre el 1989 y el 1991 (debido a diferentes razones).
Creo por otra parte que la frase de Gandhi se podría relacionar con esto último; ¿no sería más conveniente un mundo que satisfaga las necesidades básicas de todos, aún a costa de no satisfacer a los más avariciosos? ¿no sería mejor un mundo en el que conceptos como la obsolescencia programada no tuvieran hueco, aún a costa de que la economía sea más debil?
Un saludo.
La obsolescencia programada sin duda es un tema bastante presente en la actualidad ya que las empresas la utilizan constantemente en sus productos. En este documental se ve reflejada en el caso concreto de un joven que se enfrenta a esta obsolescencia programada impuesta en su impresora, que pese a ser un producto muy recurrido, su vida estaba destinada a ser muy reducida. Este joven llamado Marcos, a pesar de que diversas tiendas de impresoras le aconsejaran comprarse una nueva impresora, intenta descubrir a qué se debe tan corta duración de esta. Me parece una postura muy correcta por su parte ya que a día de hoy los consumidores vivimos envueltos en compras de productos que realmente son innecesarias.
ResponderEliminarLa obsolescencia programada, como cualquier otro fenómeno, se ha ido desarrollando desde su origen hasta el día de hoy, en mi opinión la causa de este origen podría atribuirse a una serie de factores que juntos dieron lugar a este: por una parte las empresas que antes buscaban crear productos de larga duración empezaron a querer producir más y así poder vender más, esto tendría un problema y es que los consumidores que ya tuvieran dichos productos no tendrían la necesidad de comprar otros nuevos, así que las empresas se esmeraran en innovar continuamente con los productos, lo que hizo que los consumidores tuvieran una sensación constante de tener productos pasados de moda ya que habían mejores productos en el mercado. De la misma manera, para seguir vendiendo más, las empresas comenzaron a fabricar productos con una “vida determinada” de tal manera que los productos tuvieran un corto periodo de utilidad y los consumidores se vieran obligados a comprar otro nuevo, lo que finalmente dio lugar a la propia obsolescencia programada.
El documental también muestra otro gran problema de la sociedad que va muy ligado a esta obsolescencia programada, la brutal contaminación que genera este continuo desecho de productos que ya no valen, y que al no tener espacio ni querer reciclarlos en los propios países donde se han producido, estos van destinados directamente a otros países más subdesarrollados que no pueden evitar este continuo vertedero que se va generando en ellos. En el documental se ve el caso de Ghana, donde se almacenan cantidades enormes de chatarra y todo tipo de deshechos que han perdido utilidad para los países desarrollados. Opino que todos estos residuos se podrían tratar de alguna manera para poder reutilizarlos o, al menos, eliminarlos ya que si los seguimos acumulando en países subdesarrollados repercutirá gravemente a la contaminación del planeta, si no lo está haciendo ya. A de más de yo no estar a favor de que un problema causado por ciertos países se vea reflejado en otros que no han contribuido lo más mínimo en este.
Por último voy a hacer referencia al final del vídeo, en el que Marcos consigue arreglar su impresora e imprime un papel en el que pone “fin?”: este mensaje puede interpretarse desde diversos puntos de vista, pero lo que yo veo reflejado en este es una pregunta dirigida a toda la sociedad actual con la que nos hace reflexionar sobre si la lucha y eliminación de la obsolescencia programada acabará con todos estos problemas o hacen falta más mediadas para ello. Hace que cada uno de los consumidores y demás miembros de la sociedad reflexionemos sobre la situación actual del sistema de mercado, ya que también hay gente que desconoce este problema y por tanto no puede hacer nada por evitarlo.
Saludos.
La obsolescencia programada, viene a decir que en general se nos ha impuesto la cultura de comprar, tirar, comprar; todos los productos fabricados incluyen una fecha de caducidad impuesta por el fabricante, convirtiéndolos antiguos al cabo de un tiempo, haciendo imprescindible su sustitución por algo nuevo.
ResponderEliminarEsto genera grandes beneficios a las empresas pero tiene una importante contrapartida, produce mucha de basura que destroza el planeta.
Los inventores del sistema piensan que si se hiciesen cosas que durasen por siempre, llegaría un momento en el que todo el mundo al adquirir un producto dejaría de consumir otros que ya no serían necesarios.
Yo no estoy en contra de la obsolescencia programada, de hecho permite mantener la mayoría de fábricas funcionando, a los investigadores trabajando… Ya que los propios productores son también consumidores y los consumidores son parte del esquema de la producción.
El único punto donde flaquea toda esta teoría de la obsolescencia programada es en los residuos que se generan, que parecen no suponer un problema mientras contaminen otros territorios que no parecen ser importantes para algunas personas.
Pero esto no tiene porque ser así necesariamente, la solución está en el reciclaje, que se puede convertir en el negocio del futuro.
Ahora mismo se construyen muchas cosas reciclables en grandes porcentajes, pero que terminan su vida útil en algún vertedero del tercer mundo. Evitar eso nos llevaría por un camino de reconciliación con nuestro maltratado planeta, una economía sostenible de verdad.
Antonio Muñoz Velasco¬_ El tema del documental me ha resultado verdaderamente interesante. La obsolescencia programa ha sido objeto de controversia durante mucho tiempo y esto es algo que sigue vigente a día de hoy. Personalmente, creo que en la actualidad el tema de la obsolescencia ha pasado un poco a segundo plano debido a que las personas hemos empezado a consumir más por deseo. Las grandes empresas y corporativas nos bombardean a diario con sus campañas publicitarias, y con el tiempo, han conseguido que lo que antes solo deseábamos, ahora los necesitemos. Esto ha generado una sociedad inconformista y que intenta buscar la felicidad por medio del consumo.
ResponderEliminarOtro tema aparte es que la obsolescencia programada puede interpretarse de muchas formas, como una forma de crecimiento económico para una empresa, o una forma de contaminar el planeta por medio de todos los deshechos que produce dicha obsolescencia, o sencillamente como una manera de limitar el progreso técnico de la humanidad.
Como conclusión podríamos decir que la obsolescencia programada ha ido evolucionando al mismo ritmo que las personas y que, aunque actualmente no ocupa un lugar fundamental en nuestra sociedad, es algo que hay que tener en cuenta y que es importante tener una opinión crítica sobre ella.
Apreciado alumno:
EliminarGracias por tu intervención en esta entrada del blog.
Dices que "...la obsolescencia programada ha ido evolucionando al mismo ritmo que las personas y que, aunque actualmente no ocupa un lugar fundamental en nuestra sociedad, es algo que hay que tener en cuenta y que es importante tener una opinión crítica sobre ella." Y, un poco más arriba, que "...el tema de la obsolescencia [programada, entiendo] ha pasado un poco a segundo plano debido a que las personas hemos empezado a consumir más por deseo." Pienso que, uniendo ambas reflexiones, no has entendido bien del todo que aquella parte final de la primera (es importante tener una visión crítica sobre la obsolescencia programada) se hace tanto más necesaria en tanto que se produce lo que dices en esta (el hecho de que la obsolescencia programada esté instalada en nuestra mente haciendo que deseemos más, y de manera más continuada, renovaciones de productos o servicios). Siendo esto así (que no tiene por qué serlo, aunque creo que sí), estaríamos ante un refinamiento en la mercadotecnia para que el consumidor no responsable y que sigue sus impulsos, por naturaleza irreflexivos, siga en ese ciclo infernal de comprar-tirar-comprar
Parece un pequeño trabalenguas, pero estaría bien que lo reflexionaras.
María Ji Gómez Martín (1ºB)
ResponderEliminarEl documental “Comprar- tirar- comprar “comienza explicándonos el concepto de
obsolescencia programada y los orígenes de su aplicación (con el cártel de la bombilla), narra
como se ha desarrollado a lo largo de la historia y las aportaciones de algunos economistas
sobre el concepto.
A mi parecer hoy en día un pilar básico del capitalismo es la obsolescencia programada. La
consecuencia directa de la concepción pasada que la justificaba en base a la idea de que los
recursos de la Tierra eran infinitos, se ha mostrado totalmente errónea y de consecuencias
medioambientales devastadoras.
La opinión (pasada) de que la obsolescencia programada era la única vía posible de no generar
desempleo, me resulto muy interesante ya que las circunstancias de esa época, a simple vista,
no daban indicios del gran problema de recursos naturales que tenemos hoy día, aun así, me
parece una propuesta muy racional y “con gran parte de verdad” . De no ser por la información
de la que disponemos ahora, estaría totalmente de acuerdo, ya que pese a tener muchas
alternativas de producción actualmente, creo que crear ciertos productos con una vida útil
infinita generaría desempleo en ciertos mercados y a la larga incluso la desaparición de los
mismos, como por ejemplo el de electrodomésticos. Por otro lado, creo que algunos productos
no necesitan de obsolescencia programada para seguir vendiéndose, como es el caso de los
teléfonos móviles, los cuales, desde mi punto de vista se renuevan mucho antes de lo
estrictamente necesario por el simple hecho del lanzamiento de un nuevo modelo en el
mercado.
Me parece necesario un cambio drástico en el sistema de producción por parte de las
empresas, por ejemplo, aplicando modelos de economía circular. Para que las empresas lleven
a cabo dichos métodos, veo indispensable un cambio de conducta en nuestra demanda y sobre
todo en nuestro consumo como familias, ya que si nosotros demandásemos un “producto
distinto”, las empresas se verían obligadas a cambiar.
Considero el consumo responsable una obligación de todos, en especial para nosotros, que
vamos a ser los primeros en vivir las graves consecuencias de la obsolescencia programada
insostenible, si conseguimos que el cambio individual se convierta en uno social, la fuerza
transformadora de ese cambio social forzaría a las empresas a realizar un cambio en su modo
de producción.
El documental se resume en una de sus últimas frases. Según Gandhi “el mundo es suficientemente grande para satisfacer las necesidades de todos, pero demasiado pequeño para la avaricia de algunos”. Visible a través de ejemplos como con la reducción de la vida útil de bombillas por el cártel de Phoebus, de las medias de Dupont o incluso del Ipod de Apple. Estos gigantes económicos, nos imponen la idea del comprar y tirar. Llegan a decir en varios casos, que es por necesidad de empleo o de la sociedad. ¿Deberíamos de ser tan ingenuos como para conformarnos con ello?
ResponderEliminarEs cierto que, en el caso de la tecnología, cada vez se nos hace más difícil ampliar el tiempo de uso de nuestros compañeros diarios y que el concepto de la obsolescencia programada queda incluso lejos. ¿Pero es que acaso Apple no deja de actualizar móviles antiguos o esclarece que es mejor comprar un dispositivo antes de arreglar la pantalla y que “aparezcan” nuevos problemas?
Hace ochenta años, esta perspectiva era aceptable. Pero no ahora. Y es que, si algo me ha hecho reflexionar esa pregunta sobre el fin en el último fotograma, es que ahora sí sabemos las consecuencias. Personas como Michael Braungart o John Thackara nos permiten ver perspectivas más alejadas, centradas en reparar y crear fórmulas biodegradables. Porque aquellos empresarios que venden productos por debajo de su coste real ni alcanzarán ni les importará ver el mundo (tanto de negocios como sostenible) al que nos están llevando o al que ya han llevado a personas de lugares como Ghana.
La obsolescencia, no ha desaparecido, ha evolucionado. Siempre va a haber un punto más en el que innovar, un paso más que alcanzar... Y es nuestro deber como consumidores, cambiar de mentalidad y exigir un comportamiento filantrópico, ya sea por la imagen de la empresa o el verdadero deseo del progreso. Porque ha llegado un punto, en el que ya no es solo dinero. Vivimos en deuda con nuestra temporal residencia y tenemos que cambiar de mentalidad para al menos, no seguir agrandándola para convertirla en un vertedero.
A corto plazo, la adicción a las compras puede hacernos sentir especiales. Pero al final del día, es solo eso, una adicción que el marketing nos ha implantado para que necesitemos el prestigio de lo material. Warner Philips recalca el hecho de que nuestros recursos son limitados. Yo resalto que a largo plazo, esta calidad de vida puede hacernos caer en picado.
Y como nos ha dejado claro "Comprar, Tirar, Comprar", a partir de ahora, la avaricia de otros, también es nuestra responsabilidad.
Blas Zafra Pozo 2º BACH A
ResponderEliminarEl documental define obsolescencia programada como “el motor secreto de nuestra sociedad de consumo”. Muy a mi pesar, como ciudadano, he de reconocer la veracidad de esta afirmación.
Desde el punto de vista de un empresario capitalista cuyo objetivo sea obtener el máximo de beneficios posibles, puedo llegar a ver lógico e incluso necesario la existencia de la obsolescencia programada, ya que al fin y al cabo es la forma más rápida y sencilla de hacer rentable un producto. Además, la existencia de la publicidad ha hecho posible el encubrimiento de este concepto, haciendo que el consumidor ya no solo compre por necesidad de que un producto se le haya quedado obsoleto e inservible, sino que ha creado la necesidad de comprar por gusto. Esto me resulta realmente peligroso porque de alguna u otra manera hace a la población vulnerable frente a grandes multinacionales.
Ahora bien, como ciudadano creo que la obsolescencia programada es el mayor problema económico. Se puede ver bien reflejado en el documental cual está siendo su resultado, en los países menos desarrollados, sobre todo, como es el caso de Ghana, donde la acumulación de deshechos es insostenible. Por otra parte, la obsolescencia programada conlleva la pérdida de recursos naturales y pone de manifiesto que los recursos que el planeta nos ofrece son limitados. Sumándole un inconveniente más a este asunto, las familias tienen que sopesar mayores gastos para los cuales muchas de ellas quizás no estén económicamente preparadas.
Habiéndome situado desde dos perspectivas distintas, se puede plantear el siguiente dilema moral: aunque la obsolescencia programada pueda ayudar al crecimiento económico y a la innovación tecnológica, ¿es ético su uso si supone la pérdida, el desgaste y la contaminación de nuestros limitados recursos naturales?
Pues bien, en mi opinión lo ideal sería que las empresas se reinventasen en cuanto a sus sistemas de producción y fabricación, no cayendo en el tópico fácil de recurrir a la obsolescencia programada aún sabiendo sus consecuencias y centrándose en conseguir una economía verde y circular, la cual como se está comprobando durante estos últimos años sí es rentable y sí es capaz de generar nuevos empleos. Pero dejando a un lado la parte económica gracias a este tipo de modelos económicos se consigue mejorar el bienestar social y humano reduciendo los riesgos ambientales y las escaseces ecológicas.
Unos miran por el beneficio individual, haciendo cualquier cosa por tal de crecer; otros culpan al consumidor, no obstante siguen practicando la obsolescencia programada que es lo que condiciona al consumidor, como es Brooks Stevens y su padre; otros tienen una mentalidad más abierta al mundo, empática y global, como Jorge Latouche. Sin embargo, todos ellos pretenden marcar un ritmo en la economía, y siendo cada uno de ellos una única persona, condicionan a millones, los consumidores. Por tanto, me planteo si realmente somos los consumidores los que queremos que este sistema de comprar, usar, comprar y tirar productos siga funcionando como lo hace actualmente, ya que poseemos el poder para poder cambiarlo, o por el contrario preferimos una economía más transparente. En cualquier caso, está claro que la decisión sobre lo que compramos o no está en nuestras manos; no obstante no podemos evitar que las grandes empresas nos condicionen y limiten.
ResponderEliminarAndrea Fernández Maldonado 2ºA
ResponderEliminarDesde mi punto de vista, este documental sobre la obsolescencia programada nos ayuda a entender mejor la sociedad de consumo en la que vivimos hoy día, ya que viéndolo me he podido percatar de las causas y orígenes de muchos aspectos de nuestra realidad. Además, te resume con detalle toda la historia sobre este tema.
El documental nos explica los inicios de este fenómeno, cuando alrededor de los años 20 se acorta la vida de los productos para que consumamos más. Este hecho tiene su origen en la limitación de la vida de las bombillas, que pasan a tener una vida útil de 1000 horas como media gracias a experimentos realizados para hacer más frágil al producto tras un cártel. Al mismo tiempo que ocurre este fenómeno se origina la sociedad de consumo y la producción en masa en la que vivimos.
Un ejemplo que me ha llamado la atención sobre la obsolescencia programada es la existencia de una bombilla en una estación de bomberos en la ciudad de Livermore que aunque fue fabricada en 1901, sigue funcionando; mientras que las cámaras que la vigilan (fabricadas posteriormente) han tenido que reemplazarse varias veces por haberse estropeado.
En el documental se muestran dos posturas sobre la obsolescencia programada: la primera es que vamos a agotar los recursos naturales si seguimos con el nivel de consumo que llevamos desde hace muchos años, ya que estos recursos sabemos que son finitos y nuestras necesidades cada vez son mayores. Si seguimos con este ritmo de consumismo llegará un momento en el que los recursos de los que disponemos no satisfagan las necesidades de todos, y esto es algo para lo que nuestra sociedad no está preparada. Por este motivo Latouche propone que decrezcamos, porque llegará un momento en el que esta situación sea insostenible.
La segunda postura trata sobre el crecimiento económico y crear empleo. Es cierto que la economía es el motor del mundo en el que vivimos, y estamos tan acostumbrados a esta forma de vivir que considero que eliminar por completo la obsolescencia programada tendría graves consecuencias en nuestras vidas, como la brusca disminución del empleo o el cambio en nuestra forma de vida.
Por lo tanto, creo que deberíamos reducir el consumo, pero de forma progresiva, para que nos podamos acostumbrar al cambio y encontrar alternativas económicas para no caer en una crisis.
Por último, me gustaría acabar una frase que me ha llamado la atención: “En época de Marx se producía 26 veces menos que hoy en día, ¿somos hoy día 26 veces más felices que entonces?”
Los consumidores somos quienes podemos cambiar esto, pero, ¿realmente queremos?
Mercedes Torralba
ResponderEliminarEl término "jugaad", originario de la India, describe una mentalidad ingeniosa y adaptable para resolver problemas utilizando recursos limitados. Puede relacionarse con la obsolescencia programada de la siguiente manera: el enfoque del jugaad implica encontrar soluciones ingeniosas para mantener en funcionamiento productos considerados obsoletos debido a la obsolescencia programada. En lugar de desechar un artículo simplemente por alcanzar una fecha de vencimiento artificial, se busca repararlo, modificarlo o reutilizarlo de formas innovadoras. Esta perspectiva promueve la resistencia al consumismo, contrarrestando la cultura de "usar y desechar" asociada con la obsolescencia programada. En vez de comprar constantemente productos nuevos, se fomenta el uso creativo y prolongado de los productos existentes, reduciendo así la necesidad de adquirir continuamente artículos nuevos. Además, el jugaad a menudo implica la colaboración y el intercambio de conocimientos dentro de una comunidad, permitiendo encontrar soluciones sostenibles y económicas ante la obsolescencia. En resumen, el jugaad ofrece una perspectiva de ingenio y adaptabilidad que puede contrarrestar los efectos negativos de la obsolescencia programada en la sociedad.
Apreciada alumna:
ResponderEliminarGracias por tu intervención en esta entrada del blog.
De todo tu comentario en torno a ese concepto indio, juggad, me ha resultado especialmente interesante lo que indicas en cuanto a lo que implica como modo de vida: esa "colaboración e intercambio de conocimientos dentro de una comunidad", a la que necesariamente conduce. Es, qué duda cabe, una interesante reflexión.
Carlos Cárdenas Jiménez 2º Bach B
ResponderEliminarEl documental "Comprar-Tirar-Comprar", dirigido por Cósima Dannoritzer en 2010, explora el fenómeno de la obsolescencia programada y sus impactos en la sociedad contemporánea. La narrativa revela cómo las empresas diseñan productos con una vida útil limitada con el fin de impulsar constantemente el consumo y maximizar las ganancias.
Preguntas que me plantee durante la visualización del documental:
¿Cuáles son algunos ejemplos específicos de productos que sufren de obsolescencia programada en nuestro día a día?
Ejemplos específicos de obsolescencia programada a diario son impresoras, teléfonos móviles, electrodomésticos y prendas de vestir. Están diseñados para fallar o volverse obsoletos después de un período relativamente corto de uso. Creo que el caso más relevante es el de los móviles, que cada dos años nuestro móvil se vuelve “viejo” y se nos presenta una amplitud de catálogo mucho mejor que el que tenemos.
¿Cómo describen los fabricantes la obsolescencia programada y qué justificaciones ofrecen para su uso? ¿Es justo que un ingeniero que ha estado años estudiando para hacer el mejor producto posible sea forzado a reducir su vida útil?
Los fabricantes justifican la obsolescencia programada como una forma de fomentar la innovación y el progreso tecnológico, así como para mantener la competitividad en el mercado. Sin embargo, estas justificaciones son cuestionadas a lo largo del documental, ya que se resalta el impacto negativo en los consumidores y en el medio ambiente. Por otra parte, en respuesta a la segunda pregunta, los ingenieros van a hacer lo que la empresa en la que trabajan les diga, ya que no cobran precisamente poco, y aunque no sea lo mejor éticamente, es lo que se les requiere.
¿Cómo de malas son las consecuencias ambientales de la obsolescencia programada?
Son consecuencias que vivimos todos los días, generación de residuos electrónicos, la contaminación del suelo y del agua, y el agotamiento de los recursos naturales.
¿Que se ha conseguido en casos en los que los consumidores han desafiado la obsolescencia programada?
A lo largo del documental, se presentan casos en los que los consumidores han intentado desafiar la obsolescencia programada a través de movimientos de reparación, reutilización y consumo consciente. Estos esfuerzos demuestran un cambio en la conciencia pública sobre el problema y la búsqueda de alternativas sostenibles.
Las quejas de los consumidores respecto a la obsolescencia programada han contribuido a aumentar la conciencia pública sobre este problema y a presionar a los fabricantes y legisladores para abordarlo de diversas maneras. Algunos logros y avances que se han conseguido con las quejas del consumidor se pueden resumir en 5 puntos que presento a continuación:
1. Mayor transparencia
2. Legislación y regulación
3. Movimientos de consumo consciente
4. Innovación en diseño y producción
5. Mayor conciencia pública
¿Cómo nos afecta la obsolescencia programada a la economía y a la sociedad en general?
La obsolescencia programada afecta negativamente a la economía al fomentar un ciclo de consumo insostenible y generar costos adicionales para los consumidores a largo plazo. Además, empeora la confianza del público en las empresas y en el sistema económico en general.
¿Qué soluciones habría para solucionar el problema de la obsolescencia programada?
Las soluciones podrían ser, como mencioné antes en las quejas de los consumidores, regulaciones más estrictas por parte de los gobiernos, iniciativas de diseño sostenible, promoción de la reparación y el reciclaje, y una mayor conciencia por parte de los consumidores sobre sus elecciones de compra. Creo y considero necesario la reivindicación para obtener más transparencia y productos más duraderos como el de la bombilla “inmortal”.
Adriana García Guijosa
ResponderEliminarEl documental "Comprar-Tirar-Comprar" de Cosima Dannoritzer, lanzado en 2010, revela la "historia secreta de la obsolescencia programada" de manera clara y entretenida. Destaca los tres pilares del capitalismo moderno: el marketing, que genera necesidades de consumo; el crédito, que facilita la adquisición de productos; y la obsolescencia programada, que acorta la vida útil de los productos, impulsando así el ciclo de comprar-tirar-comprar.
En este comentario me centraré en el ejemplo de las bombillas incandescentes pues, si bien existen muchos ejemplos de obsolescencia programada, es necesario destacar que el ejemplo ofrecido por este documental es, en parte, un mito.
Básicamente, la supuesta obsolescencia que tienen se debe a su eficiencia. Si observamos alguna de estas bombillas las cuales duran más de 100 años, podremos observar que son extremadamente oscuras y poco brillantes, tales como el ejemplo de aquella en una central de bomberos que sigue funcionando a día de hoy.
Antes, durante y después del cártel Phoebus, las bombillas siempre han sido estandarizadas a 1000 horas debido a que ocasiona un buen trato entre longevidad y eficiencia. A día de hoy es posible adquirir bombillas “inmortales” hechas para hornos y áreas de almacenes usadas poco frecuentemente, simplemente no son adquiridas para uso general debido a la poca luz que transmiten.
Por otro lado, mucha gente argumenta que es muy generoso limitar el cártel Phoebus en favor de los consumidores estando este también interesado en el precio de las bombillas, pues cabe destacar que parte de esta decisión sí puede ser un caso de obsolescencia programada, simplemente no hasta el punto en que la gente lo hace ver. Es una obsolescencia que, en cierto modo, favorece a los consumidores, pues nos proporciona luces más eficientes aunque duren menos.
Si un productor ofreciera una bombilla que durase 1100 horas en lugar de las normalizadas 1000 y obtuviese el mismo resultado en cuanto a eficiencia, sería un claro ganador en el mercado. La competencia de bombillas se basaría en hacerlas más longevas con la misma potencia pero esto simplemente no es posible con las bombillas incandescentes.
Actualmente, contamos con la tecnología LED que, si bien es muy eficiente y dura un tiempo excepcional, no es lo eficiente que puede ser. Es conocido que el diseño de las luces LED cuenta con más bombillas de las necesarias, provocando el sobrecalentamiento del producto y su posterior fundición, pero esto puede centrarse en el mismo problema que las incandescentes, a menos bombillas, menos luminosidad.
En conclusión, aunque el documental destaca el mito de la obsolescencia programada en las bombillas, es importante reconocer que su durabilidad limitada se debe en gran parte a consideraciones de eficiencia. A lo largo de la historia, las bombillas se han estandarizado en torno a las 1000 horas para equilibrar la longevidad y la eficiencia lumínica. Si bien parte de esta estandarización puede considerarse un caso de obsolescencia programada, también ha impulsado la innovación hacia tecnologías más eficientes como las LED. Sin embargo, aún existen desafíos en la optimización de estas tecnologías para garantizar tanto durabilidad como eficiencia lumínica óptima.