viernes, 29 de marzo de 2024

Bondades de habitar en un entorno rural (9)

Poder visitar el olmo quincentenario de Melegís, en el Valle de Lecrín, en claro contraste con los jóvenes de entre diez y doce años que, 

martes, 26 de marzo de 2024

Bondades de habitar en un entorno rural (8)

Poder caminar por

El camino húmedo,
camino de la piedra 
húmeda,

en la que hoy 
no asentaré las
posaderas.

La mostaza blanca,
acompañando, cual escolta fiel,
al caminante.

Y la serpiente acuática,
fluyendo,
danzarina y acústica.

Todo un tintineo feliz,
una laica bendición de la 
Tierra.
 





lunes, 26 de febrero de 2024

Bondades de habitar en un entorno rural (7)

 

Ver al caracol,
en un día plomizo,
buscar un sol
que hoy no estará.



Y ver, también, a la estación, confusa.
En almendros muy cercanos,
unos con el fruto ya avanzado,
mientras que, otros, con la flor luchando por vivir.

sábado, 10 de febrero de 2024

Bondades de habitar en un entorno rural (6)



Saludar al Sol de primera mañana,
en palabras de Miguel Ángel Rubio,
el gran humanista,
mezclando tu sombra con el paisaje, 
haciéndote paisaje...
viendo cómo ha nevado
pétalos de la flor del almendro. 



Verlo trepar cumbres arriba, por donde Muley Hacén,
para ir cayendo al otro lado del firmamento,
abismándose tras otros picachos.



Y despedirlo, después de todo, al ocaso,
con un cielo algo más limpio que el de la propia urbe, tan cerca.

 

 

 

 

          

 

Leer

Querido amigo, verdaderamente el libro, siempre el libro, aún sabiendo que no nos permitirá conseguir la utopía... ¿o quizá sí?, aún sabiendo que a veces hace daño... ¿o quizá no?

Una gran razón para no desesperar, vivir en la inopia de la inventiva humana. 

Beber el poderoso veneno de Gustav Aschenbach y de La muerte en Venecia.

El afrodisíaco de la gran escritura.


Sigue, mi amigo,
con ese movimiento continuo del alma,
con la ayuda del mejor amigo del homo
(permiso perruno mediante, 
claro está):

Su República Majestad,
El Libro.






Bondades de habitar en un entorno rural (5)


Salir por la mañana y, sobre la marcha, poder dedicar un pequeño poema a un amigo del alma que cumple años y que te inició, hace ya tanto tiempo, en la vida adulta y sus cuitas. 
Recuerdo un día de la Cruz, acercándonos a una barra en el Campo del Príncipe...


La araña recogida sobre sí 
misma

En la higuera que promete
romper yemas en pocos
días

Con el plomizo y
esperanzador cielo contemplándolo todo,
satisfecho.