Reseña:
Granada es una ciudad hermosa. Los que
llevamos media vida viviendo en ella, a veces lo olvidamos. Entonces viene un
amigo, o un familiar, al que conduces, a modo de cicerón, por las calles, y te
hace recordar. Una de sus bellezas singulares son las vistas panorámicas desde
diversos miradores del barrio alto del Albaicín. Desde ellos se ve la ciudad en todo su esplendor:
la Alhambra, la catedral, sus dos ríos, apenas hilillos en el estío, la vega al
fondo y su amplia área metropolitana. Mirador de San Nicolás, de la Lona, de
San Miguel, son algunas de estas atalayas. Y hay otra, natural, más salvaje,
apenas urbanizada y más alta: es el Cerro de San Miguel. Y en este lugar hay
unas cuevas; para algunos simples agujeros, ratoneras abiertas de manera
natural en el terreno; para otros, viviendas. Y, en torno a ellas, muchos
problemas: de acceso a las mismas, de salubridad, de titularidad, de idas y
venidas administrativas y burocráticas, y… de desalojos. Ya se produjo uno en
2007, y, más recientemente, en marzo de 2014, se ha vuelto a repetir esta
situación.
Pretendemos documentar fotográficamente
este lugar y esta situación. Y lo queremos hacer, en la medida de lo posible,
con la colaboración de los afectados: personas que por diversos motivos
(decisión personal, modo alternativo de vida, obligados por problemas
económicos y de acceso a una vivienda, principalmente) viven en esta zona, o lo
intentan al menos.
Previamente, y como marco teórico de este
trabajo, haremos un recorrido histórico por la Antropología visual como disciplina, y un acercamiento conceptual a
la ciudad desde una mirada fotográfica.
Palabras clave: mirada fotográfica,
fotografía participativa, etnografía cooperativa, participación ciudadana.