sábado, 28 de febrero de 2015

El mal que un consejo (incluso, y sobre todo, un consejo inteligente) puede acarrear.

Jueves, 24 de febrero

En lo que toca a un tema que siempre me ha preocupado, el peligro que los consejos esconden, propongo, de nuevo echando mano a Vila-Matas, otra pequeña reflexión.

Lo he llamado

El mal que un consejo (incluso, y sobre todo, un consejo inteligente) puede acarrear:

Recuerdo haber leído (creo que el El señor de los anillos, de Tolkien, hace muchos años) aquello de que "un consejo es un regalo demasiado peligroso", máxima con la que estoy muy de acuerdo, motivo por el que siempre he tratado de no aconsejar a nadie, salvo que se me pida encarecidamente, lo que afortunadamente ocurre muy pocas veces. A este respecto, Vila-Matas escribe: "... como dice una máxima francesa, no hay nadie tan inteligente que pueda saber todo el mal que hace." Se refiere el autor al consejo que su personaje, escritor principiante, solicita a otro escritor, al que le pide opinión acerca del estilo en la escritura. En la frase que aquél le dirige (la cita anterior) hay dos peligros: el propio consejo y uno más sutil, el daño de los consejos hechos con mucho ingenio. En este caso, el peligro se multiplica. Mucha gente no está atenta al mal que hace cuando da consejos, y, sobre todo, cuando aconseja con ingenio. Esto es verdaderamente terrible.







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